LA
ALFOMBRA PERSA
Ivanna
tenía casi todo para ser feliz: una amplia y coqueta casa, varios coches y
camionetas, la posibilidad de viajar por el mundo… Tenía casi todo… Excepto el
amor…
Ivanna,
a los dieciocho años, fue arrancada de los brazos de Agustín, su pretendiente y
de quien estaba enamorada. Los padres de la muchacha la indujeron a casarse con
Laureano, un hombre bastante mayor que ella pero de muy buen pasar. Las
dificultades económicas fueron suficiente razón para convencerla que debía
hacerlo para salvar a su familia de la pobreza. Además, Agustín era un obrero
devenido en poeta, razón suficiente para alejarlo de su hija.
Los
jóvenes ni siquiera llegaron a noviar. Sólo un beso alcanzaron a darse en una
soleada tarde primaveral. Sólo un beso, nada más. Distinta suerte tuvo
Laureano, quien poseyó varias veces el cuerpo de Ivanna, aunque nunca su
corazón.
Ivanna
y Agustín siguieron amándose a la distancia, pero sin verse durante bastante
tiempo, a pesar de vivir en la misma ciudad.
Cuando
Ivanna llevaba ya un par de años de casada, el azar hizo que se topara con
Agustín. Fue en una mañana de otra primavera, en un céntrico negocio de
telefonía celular. La atracción fue mutua. Pocos minutos después, en la
confitería adyacente a aquel comercio, compartieron una charla de café, sin
dejar de mirarse a los ojos. Allí, la muchacha supo que su pretendiente seguía
soltero y sin compromisos. Allí, el joven se enteró que Ivanna aún no había
podido darle un hijo a su marido. Allí, ambos comprendieron que aquel juvenil
amor no había muerto.
Ivanna
invitó a Agustín a almorzar y conocer su casa, ya que Laureano estaba de viaje
y no regresaría hasta la noche. Él cargó su bicicleta en la caja de la 4x4 de
ella, subió a la cabina y partieron hacia la citada vivienda, ubicada en un
barrio residencial del norte de la ciudad.
Ivanna
no olvidó las preferencias de su amado, por eso preparó una pizza con anchoas y
mucha muzzarela, acompañada de una fresca cerveza negra. Mientras comían,
recordaron varias anécdotas y románticos momentos.
Luego
se dirigieron al living. La dueña de casa abrió de par en par la ventana que da
al jardín, como si quisiera recrear aquella tarde primaveral del primer y único
beso. Bebieron otra cerveza, rieron y alguna que otra caricia comenzó a escapar
de sus manos. Ella se levantó y se paró en el centro de la alfombra persa que
decoraba la habitación… “Mirá. ¿Te gusta? La compré hace un par de meses,
cuando viajamos a Oriente. Me estimulan esos dibujos coloridos y simétricos
sobre el pasional rojo de fondo.” Agustín saltó del sillón, dejó su copa en la
fina mesa ratona, y se aproximó a su amada. Luego la abrazó y recreó aquel
lejano beso septembrino, pero esta vez con más fogosidad.
Cuando
las caricias se tornaban más eróticas y las murallas de las vestimentas
comenzaban a ceder, algo los sobresaltó… Absortos vieron que la alfombra que
pisaban comenzaba a levitar, tomando una extraña firmeza. Del susto inicial
pasaron a las risas, ya desinhibidos y felices por el romántico momento que
vivían. Cuando el tapiz superó el metro de altura, comenzó a dirigirse
lentamente hacia la ventana abierta. Ivanna y Agustín se arrojaron sobre él,
sin dejar de abrazarse, y superaron la lumbrera a bordo del mágico vehículo
hasta perderse en el firmamento, mientras reían asombrados…
Por
la noche, al llegar a casa, Laureano se sorprendió. Primero encontró una
modesta bicicleta en el garaje. Luego pensó que habían ingresado ladrones, al
ver la ventana abierta y la ausencia de la costosa alfombra persa. Más se
sorprendió al hallar restos de pizza y cerveza en el comedor y el living, pero
no a su mujer. Angustiado, primero llamó a los sitios que Ivanna frecuentaba y
luego a la policía. Algo similar hicieron los familiares y amigos del muchacho,
sin respuesta positiva…
A
aquella noche ya le siguen mil más, sin rastros de Ivanna y Agustín. Quizás, en
este momento y muy lejos de aquí, sean los protagonistas de otro cuento…
Jorge Emilio Bossa
Tercera
Mención
Género
Cuento Breve - Categoría Mayores
4º
Concurso Literario Internacional “Juan Pedro López”
Esquina Cultural La Paz
La Paz (Uruguay), Octubre
de 2018
Fallo
del 4º Concurso Literario Internacional “Juan Pedro López”
CATEGORÍA
NARRATIVA ADULTOS
1º
premio: LAS TUMBAS VACÍAS - Tabaré Lacosta (Montevideo - Uruguay)
2º premio: EL INFIERNO DE CELESTE - Daniel A. Rivas Salinas (Canelones -
Uruguay)
3º premio: EL HERRERO - Brenda Alzamendi (Montevideo - Uruguay)
1º mención: PILI - Mario Katz (Buenos Aires - Argentina)
2º mención: BROMA MEDIANTE - Atilio Mario Escuder (Montevideo - Uruguay)
3º mención: LA ALFOMBRA PERSA - Jorge Emilio Bossa (San Francisco - Córdoba -
Argentina)