COMO CADA VIERNES
Ella está parada
en la misma vereda de siempre.
Él se está
acercando a ese lugar lentamente.
El reloj indica
que ya es casi la medianoche.
Ella se sonríe
al verlo llegar en su coche.
Sólo trae
encendidas las luces de estacionamiento
y su vieja radio con música acorde al
encuentro,
y le abre la puerta del lado del acompañante
para que ella suba con su ropa tan insinuante.
Él siempre está solo, no encuentra el amor en su vida,
y sólo con ella tiene placer y compañía.
Ella se dedica a la profesión más antigua,
y sólo con él las noches parecen distintas.
Porque nunca nadie la trató con tanta ternura,
ni le ha dicho cosas tan lindas como él le murmura.
Jamás a su lado
se ha sentido una ramera,
ni él se ha dado
cuenta de aquello que en ella despierta.
Y, como cada
viernes, él la llevará a un hotel;
y vivirán allí
dos horas a puro placer.
Pero él no
imagina que ella está enamorada,
y se siente
vacía seis noches a la semana.
Esta chica sabe
de buena familia a su amado
y muy diferente
a la que a ella le ha tocado,
que la echó a la
calle cuando era aún una niña
para que se gane
con su cuerpecito la vida.
Sus mejores años
brindó a ese trabajo indecente,
y se hizo adulta
sin haber sido adolescente;
pues no tuvo
amigas en un colegio secundario,
ni alguien que
la ame, ni una fiesta de quince años.
Ahora tiene
treinta y siente que fue un desperdicio
dedicar su vida
al sexo, al alcohol y a otros vicios;
porque hoy que
siente que el príncipe azul ha llegado
ella se
avergüenza de su presente y su pasado.
Y sabe que nunca
le podrá decir que lo ama,
pues quizás tan
sólo él la quiera para la cama.
Pero, mientras
calla, se aterra pensando que un viernes
a la medianoche
por su calle ya no regrese.
Y, como cada
viernes, él la llevará a un hotel;
y vivirán allí
dos horas a puro placer.
Pero él no
imagina que ella está enamorada,
y se siente
vacía seis noches a la semana.
Tercer Premio
Certamen de
Poesía 2004
SADE Secc. San
Francisco (Cba.)
TRES MOMENTOS
Los pájaros en
bandadas
el cielo azul
atraviesan,
y en el sendero
tropiezan
sus sombras con
la alambrada.
Una brisa muy
templada
va erosionando
la tarde,
mientras el sol
hace alardes
de sus dotes de
pintor
y da un dorado
color
a los techos del
paraje.
Mas no era igual
el paisaje
en horas de la
mañana,
pues la tormenta
llegaba
con sus oscuros
carruajes
descargando su
equipaje
sobre los campos
sedientos;
y ofrendando su
alimento
al cauce de
aquel arroyo,
que arrasaba los
escollos
al tornarse algo
violento.
Ahora su paso ya
es lento,
sus aguas están
serenas;
pues cuando la
luna llena
se adueñe del
firmamento
querrá verse en
ese espejo
para saberse muy
bella.
Y, cual si
bengalas fueran
encendidas en su
honor,
velará a su
alrededor
un ejército de
estrellas.
Primer Premio
“Farfalla” en Poesía
Concurso
Literario 2006
Familia Trentina
– Rafaela (Sta. Fe).
Publicado en
"El Libro de Los Talleres"
Editorial Dunken
(Bs. As.) 2008
CARRUSEL
La noche ya ha
recogido
su infinito
manto negro,
el sueño la ha
dominado
y la está
ahuyentando el miedo.
Ese vampírico
miedo
a la claridad
del alba
que la empuja
hacia el poniente,
donde su ataúd
la aguarda.
Y allí dormirá
un buen lapso
con la luna en
sus manos,
cual si fuera
esta un peluche
que un niño le
ha prestado.
Mientras tanto,
lentamente,
el día empezó a
transitar
el sendero hacia
la cima
de la acrópolis
astral.
Sólo lleva en su
equipaje
una acuarela
dorada
y mil pinceles
dispuestos
a colorear la
jornada.
.Todo va
recuperando
gradualmente su
matiz...
la hierba vuelve
a ser verde,
la piedra vuelve
a ser gris.
El cielo cambió
de amo
por unas horas,
no más;
sigue el
carrusel girando
sin detenerse
jamás.
Tercer Premio
Categoría Aficionados
VII Concurso
Nacional de Poesía “Fiestas Mayas”
Villa Nueva
(Cba.), Junio de 2007
Publicado en la
Antología "Horizontes
Poéticos"
Autores de San
Francisco
Editorial
NovelArte (Cba.) 2008
AMOR DE ATELIER
En un chalé
pequeño al pie de la montaña,
en un coqueto
barrio al sur de la ciudad,
deshilaba la
vida entre las telarañas
de su atelier
poblado de polvo y humedad.
Su esposa una
tarde lo había abandonado
y él, el mismo
día, se abandonó también;
al verlo en su
mundo bohemio y desolado,
la apática
desidia lo hizo su rehén.
Sus horas grises
eran apenas salpicadas
por una mariposa
de alas multicolores
y alma de
madera, que en su mano volaba
en busca del
pincel y sus sensuales roces.
Pero la
inspiradora de su mejor pintura
no estaba allí
sentada posando frente a él,
sólo un sillón
vacío guardaba la figura
de una
imaginaria y excitante mujer.
Ella vivía al
frente, cruzando la calzada,
y era mucho más
joven y más bella que él;
quién la
observaba ansioso desde su fría ventana
y en el lienzo
estampaba palmo a palmo su piel.
Mas cuando la
muchacha no estaba ante sus ojos
bastaba con
cerrarlos para volverla a ver,
ella vivía en la
mente de un demente virtuoso
que sólo en su
arte mostraba lucidez.
Luego de una
extensa caravana de roña,
de hambre y de
insomnio, de tabaco y alcohol;
vio, feliz y
agotado, acabada su obra
y se durmió
saltando de uno a otro sol.
Y cuando la
mañana se incrustó en sus pestañas,
al paño de reojo
observó con pasión…
y descubrió,
pasmado, que en el mismo no estaba
su amada
retratada; solamente el sillón.
De pronto, una
risa dulce como la caña
le puso melodía
al silente taller;
abrió grandes
los ojos y a la bella dama
la vio en carne
y hueso parada frente a él.
Ella estaba
vestida como la había pintado,
y él de pie se
puso con incredulidad;
se acercaron sin
prisa, estrellaron sus labios,
y aquel dulce
delirio se transformó en carnal.
Desde aquella
mañana él vive su romance
y hace caso
omiso a aquellos comentarios
que dicen que
está loco y debiera internarse,
y que su
enamorada se ha mudado de barrio.
Y cuando algún
cliente llega a su residencia,
a su puesto en
el lienzo retorna la mujer;
y él rechaza
ofertas diciendo “no está en venta”
si consultan por
ella, su amor de atelier.
Primer Premio
IX Concurso
Nacional de Poesías
“Ciudad de Villa
Nueva”
Villa Nueva
(Cba.), Noviembre 2008
Publicado en la
Antología "Símbolos y Palabras"
del Taller Literario Municipal
Leopoldo Lugones de San Francisco
Editorial
NovelArte (Cba.) 2009
HOJARASCA
La tarde se
funde en el horizonte
mientras
incendia la calva arboleda,
el otoño luce su
uniforme
y unos pasos
crepitan en la acera.
Son lentos y con
dirección errante,
igual que la
caída de las hojas;
son los pasos de
un solitario infante
que su futuro
inmediato deshoja.
Sólo sabe que no
volverá a casa
pues allí no
será bien recibido,
hoy la
recaudación ha sido escasa
y ello puede
costarle algún castigo.
Porque, cuando
la suerte lo maltrata,
son sólo dos
monedas su tesoro…
en el bolsillo
negro una de plata
y en el bolsillo
azul otra de oro.
Pero no es
suficiente esa riqueza
para costear los
vicios de su padre
y llevar el pan
a su humilde mesa.
Por ello, él se
pierde con la tarde.
Y quizás sea el
banco de una plaza
con sus duros
maderos su colchón,
quizás sea su
cobija la hojarasca
y la fría ciudad
su habitación.
Tal vez, como es
la vida de este niño,
ha sido la de
sus progenitores
y será la de sus
futuros hijos;
idiosincrasia de
generaciones.
Mas, en el resto
de la sociedad,
disímiles
posturas han logrado…
indiferencia,
solidaridad,
usufructo,
demagogia, rechazo,…
Y al mismo
tiempo solamente esperan,
sentados a un
costado de la vida,
que sus
urgencias los demás resuelvan
en actitud
dependiente y pasiva.
Pero si en ellos
no comienza el cambio,
ni se permiten
que su inclusión nazca,
siempre veremos
chiquillos vagando
por las calles
como torpe hojarasca.
Primer Premio en
Poesía Libre
Cuarto Certamen
Literario Regional
“…Arrojando
palabras al cielo…”
Estación Matilde
(Santa Fe), Septiembre 2009
Publicado en la
Antología "Símbolos y Palabras"
del Taller Literario Municipal
Leopoldo Lugones de San Francisco
Editorial
NovelArte (Cba.) 2009